martes, 15 de junio de 2010

¿Repetimos siempre la misma historia o somos consecuencia de nuestra historia?


Es verdad que somos artífices de nuestro propio destino, tenemos que aprender a enfrentarlo, a construir el futuro que queremos en vez de resignarnos a que las cosas “NOS PASEN”.

Pongo de ejemplo mi vida, de chiquito por un problema físico no pude ir al jardín de infantes porque estuve en cama postrado 2 años para luego utilizar muletas ortopédicas por 2 años y medio mas concurriendo a una escuela primaria. Esto en vez de incapacitarme me fortaleció el ánimo de superar mis capacidades intelectuales, sabía de antemano que Astronauta no podría ser aunque acuñe ese sueño por mucho tiempo. Decidí dedicarme a lo intelectual dejando de lado lo corporal.
¿Repito mi historia al no ser un atleta y ser un tecnólogo o soy la consecuencia de mi ecuación y desarrollo de vida?
¿Por qué nos es tan difícil decidir hacer cambios en nuestra vida? Hacer aquello, lo que siempre hemos deseado, estudiar, cambiar de profesión o de trabajo, empezar un negocio propio …
Y casi siempre repetimos la misma historia … inventamos mil excusas (a las que por costumbre solemos dar un nombre equivocado “nuestras razones”), que si ya somos mayores, que si no es un momento adecuado, que si ahora estamos casados, tenemos hijos, más responsabilidades, si el tiempo no nos alcanza … y la vida sigue pasando y nos sentimos cada vez más insatisfechos.
Todos, absolutamente todos, muy adentro de nosotros mismos sabemos perfectamente, que algo hemos venido hacer en esta vida. Algo muy importante para nosotros mismos y la comunidad; y casi siempre es algo muy diferente de lo que es nuestra vida hoy. Pero cada vez que escuchamos nuestra voz interior, deseosa de revelarnos este mensaje, nosotros apagamos el volumen.
Nunca es tarde para empezar a conocerse y emprender nuevos rumbos y desafíos. No hay que esperar el momento perfecto para poder hacerlo. El momento es ahora. Sabemos a la perfección lo que realmente deseamos y por lo que sentimos una verdadera pasión.
Da igual si tenemos 20, 40 o 70 años, da igual nuestra situación de ahora, cuando realmente deseamos hacer un cambio en nuestra vida – somos capaces. No hay limites y barreras que nos pueden frenar, excepto limites de nuestra propia mente y limites que nos impone nuestro ambiente.
Porqué no vivir una vida llena de felicidad haciendo aquello lo que siempre hemos deseado, pero lo que no hemos llegado a hacer por nuestras “mil razones”. Ahora ya no hay excusas.
“Darse cuenta lo que realmente deseamos es un verdadero regalo. Es una puerta abierta que te invita a vivir de acuerdo con tu autentico yo.”
Nacemos con medios, conocimientos y habilidades para realizar nuestros deseos, solo tenemos que ponernos en acción y dar pasos necesarios.
No somos “uno de montón” y créeme que cada “uno de montón” también tiene su propósito, lo que pasa que aun no se ha dado cuenta de ello o no lo ha descubierto. No necesitamos de dones para desempeñar nuestro propósito. Si tenemos un don, este nos puede ayudar, pero el propósito lo tenemos todos …
Si seguimos pensando como lo hace todo el mundo, lo único que vamos a conseguir es ser aceptados por los demás, pero si seguimos nuestra propia guía y seamos nosotros mismos tendremos una vida satisfactoria. La elección siempre es de cada uno.
Recuerda que: Cuando hacemos aquello, que solo pensamos que es lo correcto, nuestra vida es insatisfactoria y nos sentimos atrapados.
Cuando hacemos lo que realmente deseamos nuestra vida es plena, satisfactoria, feliz y nos sentimos libres.
“¿Quién puede prohibirte que cambies del camino? Nadie te puede detener y decirte quien quieres Ser.” Denise Marek

Sigo buscando la respuesta, lo único que tengo claro que hay que accionar para el futuro porque si no lo hacemos el futuro nos pasa por encima como una aplanadora.